Review – Super Mario Party Jamboree

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Jamboree me llevó de vuelta a las tardes que pasaba jugando con amigos, una explosión del pasado que me hizo sonreír en más de una ocasión. El ritmo frenético y la sencillez de las mecánicas me recuerdan mucho a los primeros capítulos de Mario Party, con los que pasábamos interminables horas con amigos en torno a la Nintendo 64: es un poco como si los desarrolladores quisieran capturar la esencia de esos juegos y traerla de vuelta a la actualidad, con un diseño gráfico más moderno pero sin desvirtuar el alma de la serie. Los tableros son un verdadero viaje al mundo de Mario, cada uno con su propia atmósfera única y toneladas de obstáculos temáticos que evitar. Me gustó especialmente la Rainbow Gallery, un colorido centro comercial que consta de una planta baja y dos entrepisos conectados por ascensores y escaleras mecánicas, donde de vez en cuando los objetos se venden a mitad de precio gracias a una venta y es posible coleccionar 4 sellos diferentes para obtener un bono en monedas. Y luego están los minijuegos, una mezcla perfecta entre las clásicas pruebas de habilidad y los nuevos retos que ponen a prueba los reflejos y la coordinación. Las Skills de Jamboree son una agradable novedad, que añade un toque de estrategia sin complicar demasiado la jugabilidad, como Daisy que reduce el coste de las herramientas en las tiendas, Donkey Kong que transporta al jugador a un espacio aleatorio antes de rodar para salvar unas estrellas en la tienda, o Waluigi que roba algunas monedas de los oponentes cuando pasamos por su lado. Es un sistema que infunde conciencia en la elección de nuestro alter ego y le permite personalizar el enfoque de acuerdo con el estilo de juego preferido.

Así que aquí es que el nuevo capítulo representa un ejemplo perfecto de cómo la serie está cerrando la brecha entre el viejo y el nuevo Mario Party, por un lado recuperando la esencia de los inicios con tableros reconocibles y divertidos minijuegos, y por otro innovando con la introducción de nuevas mecánicas y modos de juego que logran convertirlo en uno de los más divertidos desde el principio, y conspicuos, capítulos de la serie. El equilibrio entre la nostalgia y la innovación está perfectamente equilibrado, brindando a los jugadores una experiencia de juego inmersiva y satisfactoria. La mayoría de la gente ya conoce las reglas de Mario Party, así que no me detendré demasiado en eso, pero lo que realmente me impresionó en Jamboree es cómo finalmente se refresca la experiencia para un jugador. El modo Incoming Helper es un soplo de aire fresco, que te da una razón más para volver al juego incluso cuando no tienes amigos con los que competir: viajar por las diferentes zonas de juego para ayudar a Kamek a organizar una fiesta es una actividad divertida y atractiva en sí misma, que te mantiene pegado a la pantalla durante horas y espero que se convierta en un estándar para la serie. Además, me gustó mucho la referencia a las mecánicas clásicas de títulos como Mario Party Superstars y Star Rush, que han sido revisados y mejorados en Jamboree, un testimonio más de la mezcla de novedad y tradición que hace que el juego sea extremadamente agradable y atractivo.

Incoming Helper, al que se puede acceder desde la bulliciosa Party Square, es un modo que vincula el progreso directamente con el personaje del jugador. Antes de embarcarse en la aventura, es posible personalizar la experiencia decidiendo si incluir o no minijuegos que aprovechen los controles de movimiento de los Joy-Cons, una opción apreciable para aquellos que prefieren un enfoque más clásico. Una vez seleccionados, somos catapultados al primer tablero, con el objetivo de recoger treinta miniestrellas para dar comienzo a la fiesta. La trama, aunque simple, actúa como un pegamento efectivo para una experiencia de juego divertida y ligera. A diferencia de los modos tradicionales de Mario Party, en este no se utiliza ningún dado, sino que somos libres de deambular por las casillas a nuestro antojo, saltando de una a otra libremente. Esta mecánica, aunque innovadora, tiene un pequeño inconveniente: la ausencia de un mapa detallado, porque deambular por el tablero a ciegas, tratando de localizar misiones o recolectar objetos, puede ser frustrante, especialmente para aquellos que prefieren un enfoque más metódico. De poco sirve la posibilidad de consultar una lista de las misiones de las que nos hemos hecho cargo si no nos dirige a los respectivos principios, y hubiera preferido un sistema de navegación más intuitivo.

El juego ofrece dos métodos principales para acumular preciosas miniestrellas: el primero, y el más inmediato, es una consecuencia directa de los numerosos minijuegos dispersos por el camino. Mientras exploramos las tablas, es posible que nos encontremos con un animado pastelero que nos invita a un desafío de corte de galletas salvajes, o con un pobre Sapo que nos pide que recuperemos las monedas que ha perdido en un canal cercano, cabalgando a lomos del simpático Plessie. Estas animadas actividades, extraídas directamente del extenso repertorio de Jamboree, se integran inteligentemente en el mundo del juego y crean un hilo conductor divertido y contiguo. El éxito conseguido en cada reto será directamente proporcional al número de miniestrellas que recibamos, un excelente aliciente para dar siempre lo mejor de nosotros mismos. Pero las estrellas brillantes no solo se obtienen desafiando a otros jugadores. A medida que exploramos el universo del juego, también conoceremos a una gran cantidad de personajes que nos asignarán pequeñas tareas y misiones. Puede ser una simple búsqueda de un objeto oculto cercano o una breve conversación para resolver un rompecabezas. Estas actividades aparentemente simples son en realidad puntos de respiro estratégicos entre minijuegos, rompiendo la monotonía y brindando la oportunidad de sumergirse más en la historia. A veces, todo lo que necesita hacer es responder una pregunta o realizar un breve cuestionario para ganar una generosa recompensa estelar.

Además del objetivo principal de recolectar estrellas para avanzar en los diferentes escenarios, el nuevo Mario Party contiene interesantes dinámicas cooperativas. Durante la exploración, es posible que nos encontremos con personajes que nos pedirán ayuda: al completar una serie de minijuegos temáticos, podremos convencerlos de que se unan al equipo, facilitando el camino hacia la meta. Nuestro éxito en estos retos nos permitirá contar con el apoyo de nuevos aliados para afrontar las últimas etapas del tablero. Hablando de esto último, para pasar de uno a otro es necesario acumular al menos treinta estrellas, aunque hay muchas más disponibles. Al coleccionar más de treinta de ellos, podremos desbloquear decoraciones exclusivas para decorar Piazza Party, infundiéndole un toque único y cómodo. Además del modo principal, Jamboree ofrece una amplia variedad de alternativas, desde la clásica competencia Mario Party hasta el Minigame Port, donde puedes probar suerte en todos los ya desbloqueados y participar en una gran cantidad de desafíos diarios en línea, una verdadera arena para poner a prueba tus habilidades y competir con jugadores de todo el mundo. Tres modos adicionales utilizan sensores de movimiento para ofrecer experiencias únicas, como volar como un paracaidista, resolver acertijos colaborativos en la fábrica de Toad o enfrentar desafíos de cocina rítmicos, todas nuevas oportunidades para probar el deseo de divertirse en un grupo que anima Super Mario Party Jamboree y amplifica su carácter ingenioso y emocionante, Especialmente cuando juegas con amigos.

En este sentido, Mario Party Jamboree ofrece dos modos online que llevan la diversión a niveles verdaderamente estratosféricos. En el primero, Bowserathlon, 20 jugadores compiten en un battle royale de ritmo rápido, compitiendo en un circuito dinámico lleno de obstáculos. Las posiciones están determinadas por el rendimiento en los muchos minijuegos, que van desde desafíos de reacción ultrarrápidos hasta pruebas de habilidad más estratégicas. Las descargas de adrenalina están aseguradas mientras luchamos por conquistar lo más alto de la clasificación y convertirnos en el campeón indiscutible del torneo. El segundo, Anti-Bowser Squad, ofrece una experiencia colectiva muy especial: como parte de un equipo de hasta ocho jugadores, tendremos que trabajar juntos para derrotar a un gigantesco impostor Bowser que nos perseguirá dentro de una arena circunscrita y peligrosa, dentro de la cual llueven unas cajas que contienen las bombas necesarias para cargar un cañón y debilitar al temible (falso) rey de los Koopas. La acción es frenética y requiere una perfecta coordinación entre los participantes, que deberán esquivar los ataques de Bowser y sus fieles sirvientes, los Plakkoopa, mientras trabajan juntos para conseguir el objetivo común.

No puedo negar que los momentos más agitados de Anti-Bowser Squad me recordaron a las sesiones nocturnas con Dead by Daylight, donde la recolección de recursos, la ayuda mutua y el estudio minucioso del entorno fueron de fundamental importancia para que el grupo superara a los asesinos. Desde un punto de vista puramente técnico, puedo decir sin miedo a que me lo nieguen que Super Mario Party Jamboree es una verdadera joya. Los gráficos coloridos y sin esfuerzo, junto con una velocidad de fotogramas de granito, brindan una experiencia de visualización del más alto calibre. El rendimiento en línea también es impecable, lo que garantiza partidos fluidos e ininterrumpidos. En pocas palabras, la atención al detalle y el cuidado en la creación de minijuegos y modos de juego hacen de Mario Party Jamboree un título imprescindible para todos los fanáticos de la serie.

CONCLUSIÓN

Es increíble la cantidad de Super Mario Party Jamboree que puede incluir en una experiencia de juego tan inmersiva y variada, ya sea que seas fanático de los desafíos individuales o del modo cooperativo en equipo. Los modos en línea son la verdadera fuerza del juego, capaces de dar horas de diversión y la posibilidad de crear recuerdos inolvidables con amigos cercanos y lejanos. A pesar de algunos defectos veniales en la interfaz y un pequeño porcentaje de reciclaje de los predecesores, los nuevos modos, los minijuegos creativos y los gráficos impecables hacen de inmediato de este nuevo capítulo de la franquicia un punto de referencia para el género. Si estás buscando una experiencia de juego emocionante, ingeniosa y llena de sorpresas, Super Mario Party Jamboree es definitivamente el juego para ti.

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