El silencio es un elemento esencial de la trama, incluso antes de considerar el gameplay de A Quiet Place: The Road Ahead, lo cual es evidente desde los primeros momentos del juego. La protagonista explora un edificio y su entorno, una situación que se repetirá a lo largo de las horas de juego. Lo importante no es tanto llegar del punto A al B, sino el cómo se hace, es decir, sin generar el más mínimo sonido. Puede parecer sencillo, pero A Quiet Place: The Road Ahead está lleno de obstáculos como latas, trozos de vidrio y otros objetos que, al ser tocados, provocan ruido suficiente para atraer a las terribles criaturas que han invadido el planeta.

Los primeros dos capítulos de la aventura narrativa funcionan como tutoriales y ayudan a poner al jugador en una situación de tensión. Se puede elegir entre tres niveles de dificultad. Para disfrutar la aventura con un desafío reducido, existe la modalidad fácil. En cambio, en la dificultad alta, lo mejor es permanecer quieto para evitar atraer a los monstruos, y los recursos disponibles son escasos. Para disfrutar plenamente de la trama, recomendamos optar por la dificultad intermedia, que nos pareció equilibrada y adecuada para quienes son menos expertos en el género. El juego presenta una historia única como un spin-off de las películas. No es necesario haberlas visto para disfrutarlo, aunque hacerlo ayuda a comprender mejor el contexto y enriquecer el conocimiento sobre la franquicia.

Aun así, con una buena cantidad de coleccionables, notas y objetos escondidos en cada rincón, A Quiet Place: The Road Ahead ofrece un panorama claro de lo que ha sucedido hasta el inicio de la trama y más allá. En A Quiet Place: The Road Ahead, vivimos una aventura de horror en primera persona, donde controlamos a una chica meses después del inicio del apocalipsis, intentando mantenerla con vida. El personaje es completamente vulnerable ante los invasores espaciales: puede esconderse, huir, moverse lentamente y tratar de no hacer ruido. No hay combate ni trabajo en equipo; el juego de Stormind Games está diseñado para ser disfrutado en solitario, idealmente con un buen par de auriculares. Y funciona muy bien, tanto como experiencia como en términos de jugabilidad. La progresión es relativamente guiada (se puede consultar el objetivo en todo momento), y los entornos de juego, aunque cuidados, son de extensión reducida.

Al inicio, solo contamos con determinación y algunos indicios sobre a dónde ir y qué hacer; más adelante, obtenemos gadgets que facilitan la supervivencia, como una linterna para iluminar áreas oscuras y evitar tropezar con objetos. También hay dispositivos que permiten rastrear el nivel de ruido de nuestras acciones. Sin embargo, los recursos (como las baterías) son limitados, por lo que es crucial ahorrar en el uso de cada objeto. La mecánica del ruido es fundamental en A Quiet Place: The Road Ahead, que ya está disponible en consolas y PC. Las ideas de los desarrolladores se adaptan al entorno de juego, lo que implica una experiencia metódica; abrir una puerta o desatornillar algo requiere cuidado, ya que incluso un pequeño ruido puede alertar a las criaturas cercanas.

En las habitaciones seguras se puede mover libremente y hablar con otros personajes, pero en otros lugares hay que ser cauteloso para evitar un final rápido y doloroso. Para lograr esto, Stormind Games ha dotado a cada objeto de una sensibilidad propia. Con el gatillo izquierdo del DualSense se puede abrir una puerta o un cajón, y al actuar lentamente, se minimiza el ruido. Además, el personaje puede equipar un detector de sonido, sacrificando la linterna por unos segundos. Este dispositivo tiene indicadores de colores que indican el nivel de ruido: el verde significa que las acciones no alertan a las criaturas, mientras que el rojo indica movimientos bruscos que son peligrosos. No obstante, el juego no es excesivamente punitivo: basta con cargar el último punto de guardado y volver a intentarlo con más calma.
Es difícil quedarse atascado en A Quiet Place: The Road Ahead debido a su linealidad, aunque nos hubiera gustado tener entornos más amplios donde experimentar claustrofobia ante la amenaza de un monstruo. Sin embargo, hay momentos en que los monstruos se muestran al jugador, y en esas situaciones hay que apagar la linterna y buscar la salida con cuidado. Desde el punto de vista técnico, el juego se presenta como una propuesta muy sólida, con imágenes de alta resolución. Un aspecto realmente ingenioso de A Quiet Place: The Road Ahead es el uso de DualSense como detector de ruidos externos. Hay una opción que aumenta el desafío y la inmersión: el DualSense puede captar (gracias al micrófono) ruidos externos, que dentro del juego desencadenan la llegada del alienígena.