Best Served Cold es un juego que combina con acierto elementos de novela visual, narrativa detectivesca y ese toque interactivo que recordamos de aquellos juegos de bartending. Esta mezcla, que podría parecer poco usual, resulta en una experiencia entretenida y adictiva que te invita a pensar y analizar cada caso con detalle. Cada uno de los misterios presentados es original y no siempre fácil de resolver, lo que te obliga a cuestionarte el qué, quién, dónde y cuándo. La dificultad está bien equilibrada y, de hecho, en mi partida me vi tomando notas en el teléfono para no perder el hilo de los testimonios y pistas, e incluso consideré llevar un cuaderno físico para poder hacer cruces y referencias más claras.
Resolver todos los casos me llevó alrededor de doce horas, aunque reconozco que algunos diálogos podrían haberse explorado con un poco más de profundidad. Lo que hace que Best Served Cold sea especialmente atractivo es su atmósfera. El estudio belga Rogueside se nota que puso cariño en cada detalle. Desde las cinemáticas de apertura que rememoran el cine negro, hasta la ambientación de la ciudad ficticia de Bukovie, todo está diseñado para sumergirte en una narrativa densa y envolvente. Los personajes están ilustrados con esmero: cada bebida tiene su propia apariencia visual, y hasta los cócteles mal preparados lucen diferentes.
Las expresiones y posturas de los personajes cambian según sus respuestas y estados de ánimo, algo esencial ya que el juego carece de voz, por lo que debes leer entre líneas para captar emociones y motivaciones. Entre los personajes, Ilya Reis-Karenina destaca como una figura que aporta encanto y profundidad a la historia. Su interés por los cócteles, la historia y el arte local le da vida al juego y genera momentos emotivos. Me habría gustado que su historia tuviera un desarrollo más amplio, y sinceramente, si hubiera una expansión o DLC, me encantaría que se la pudiera explorar más como interés romántico o aliado cercano, porque su presencia en la trama me conmovió.
La curva de aprendizaje es amable, lo que hace que la primera partida sirva para entender bien la mecánica, pero hay un incentivo para rejugar, pues las decisiones afectan los finales y ofrecen diferentes perspectivas, especialmente en el caso final. Eso añade un buen grado de rejugabilidad y profundidad al título. Sin embargo, no todo es perfecto. Encontré ciertos detalles que podrían mejorar, como la ausencia de notificaciones claras cuando aparecen nuevos temas de conversación, lo que puede hacer que pases por alto pistas importantes y, si no revisas cada diálogo a conciencia, puedes perder horas valiosas.
Además, la mecánica de preparar cócteles se siente más un simple dibujo de líneas que un minijuego realmente entretenido, sin aportar mucho a la experiencia general. También me llamó la atención un pequeño error temporal, ya que en el tercer caso aparece un teléfono móvil, lo que no encaja del todo con la época en la que se supone que transcurre la historia. Y finalmente, echo de menos un menú para seleccionar capítulos, que facilitaría la navegación, especialmente cuando quieres volver a jugar casos previos o explorar opciones alternativas.