Entre las miles de variantes que luchan por captar la atención de los jugadores, y la pensión de la abuela, destacan las que han introducido el combate en dos niveles: con misiles y rayos láser contra oponentes capaces de volar como nosotros, así como lanzando racimos de bombas para destruir las posiciones en el suelo. Dos grandes exponentes de esta filosofía son Xevious de Namco, y Scramble de Konami. Este último regresa hoy valientemente a nuestros monitores con CYGNI: All Guns Blazing, un shmup que abraza la filosofía de la vieja escuela ofreciendo la misma jugabilidad que entonces, o casi, pero beneficiándose de varias décadas de progreso tecnológico. La versión de prueba me hizo darme cuenta de que, si mis reflejos han disminuido a lo largo de los años, la diversión de desguazar naves espaciales alienígenas ha resistido la prueba del tiempo. Ahora ha llegado el momento de ponerse serios.
KeelWorks es un estudio indie escocés que en 2020 comenzó el desarrollo, en sus ratos libres, de un shoot’em up. Al año siguiente, el trabajo de los hermanos Meher y Nareg Kalenderian llamó la atención de Konami, que se convirtió en editora, lo que permitió al dúo dinámico formar un equipo de once miembros para continuar con la producción a tiempo completo. Nuestros héroes del otro lado del Canal son apasionados de los videojuegos, pero también artistas consagrados en el campo de la animación 3D, las bandas sonoras y los gráficos; lo entiendes nada más empezar el juego y te recibe la intro que transmite la misma sensación que las mejores escenas de Top Gun, con nuestro protagonista en el perfecto papel del alter ego de Pete “Maverick” Mitchell en salsa de ciencia ficción. El acompañamiento de sonido y las escenas cinemáticas se encuentran entre lo mejor que se ve en un juego de este género. Los fondos marinos y las explosiones no tienen rival.
En cambio, la historia es la clásica de todos los tiempos, y ve a los alienígenas desagradables habituales amenazar a los terrícolas aterrorizados habituales, pero ahora el piloto experto habitual partirá para la redención rocamboliana habitual. Nada nuevo, pero magníficamente narrado, hasta el punto de superar la tentación de saltarse las escenas para lanzarse de inmediato a la acción. En primer lugar, sin embargo, es necesario dedicarse al tutorial; no seas superficial pensando que no necesitas una guía para jugar a un shmup, ya que te perderías algunos aspectos fundamentales de la jugabilidad, pero sobre todo un mini arcade, completo con un filtro CRT, capaz de llevarte de vuelta a las habitaciones humeantes y oscuras de los salones recreativos, e incluso puede que llegues a querer un spin-off del juego dedicado a las naves espaciales estilizadas de esta sección.
CYGNI: All Guns Blazing discurre decididamente por los circuitos propios de este tipo de producciones, en las que se alternan oleadas de enemigos en las formaciones de ataque más dispares con jefes tan grandes como la pantalla, pero no por ello deja de intentar aportar innovación a la jugabilidad. Es muy interesante el sistema de control híbrido de doble palanca, en el que con una mano pilotamos la nave espacial y con la otra decidimos la dirección del fuego. ¿A qué le debemos la presencia de la palabra clave “híbrido”? Porque no se nos permite disparar en 360 grados como en un tirador de doble palo puro, sino solo para dar una ligera curvatura a las balas, suficiente para dar buenos abanicos de plomo a los enemigos pero incapaces de protegernos por los lados o desde abajo. Todo esto, cuando estamos atacando objetivos que están en vuelo.
Las instalaciones terrestres, por otro lado, pueden ser bombardeadas independientemente de su posición en relación con nosotros. Curiosamente, exterminar oleadas de ataque no nos recompensa con potenciadores, por lo que nuestra potencia de fuego nunca aumenta a medida que cruzamos el nivel; Con nuestras empresas, sin embargo, ganamos créditos para gastar en la tienda y comprar actualizaciones permanentes. Y de vez en cuando, inevitablemente, algunos misiles también impactarán en nuestra carrocería. ¿Instadeath? No, solo un buen golpe a los escudos, que resistirá un tiempo. ¿Aunque? Depende de nosotros, ya que podemos calibrar la energía utilizada por nuestros aviones para dar más potencia a los escudos o cañones. ¿Configuración pensada para defendernos o para atacar? Cada uno elegirá según su propio estilo de juego, lo importante es estar preparado para cambiarlo para adaptarse a diferentes situaciones.
Cada nivel, dependiendo de la rapidez con la que puedas acabar con los distintos jefes, dura de diez a más de quince minutos. Puede que no parezca mucho, pero soportar todo ese tiempo en ese infierno es toda una hazaña, incluso en el modo “fácil”. La esperanza de vida en “difícil”, que hay que completar si quieres hacer platinum en el juego, es realmente baja y tendrás que pasar varias horas para adquirir la habilidad necesaria para sacar lo mejor de los alienígenas. El naufragio es dulce para mí, en este mar de balas.