En Deathbound, durante tu aventura, recolectarás diversos personajes, cada uno con habilidades únicas. Debido a la baja resistencia, es esencial cambiar entre ellos durante las peleas. Lo que me parece especialmente interesante es que la interacción entre los personajes puede generar conflictos, lo que añade una capa estratégica a la gestión de tu equipo para maximizar tus estadísticas. Este enfoque es innovador y lo he visto pocas veces en otros juegos, ¡así que kudos por la idea!





El diseño de los mapas es bastante laberíntico, lo que significa que es fácil perderse o pasar por alto botines importantes. La variedad de enemigos es adecuada; cada área presenta diferentes tipos de enemigos con efectos de estado únicos. En cuanto a los jefes, al principio pensé que serían más sencillos en comparación con otros títulos soulslike, pero me equivoqué: el constante cambio de personajes puede llevar a la muerte rápida, como descubrí en mis propias partidas.
Quiero añadir que Deathbound no es un juego soulslike típico; se siente más como un “soulslight” con elementos RPG. Creo que será especialmente atractivo para quienes quieran adentrarse lentamente en el mundo de los soulslike, ya que ofrece un equilibrio entre un gameplay moderadamente desafiante y una historia relativamente guiada. Si buscas un desafío hardcore, es probable que te sientas decepcionado. Como alguien que ha jugado títulos como Elden Ring, Dark Souls III, Lies of P y Rise of the Ronin, puedo decir que estoy disfrutando mi tiempo con Deathbound y definitivamente seguiré jugando. Me gusta la premisa del juego y su rendimiento es excelente.