¿Alguna vez han soñado con un JRPG clásico centrado en sus Digimon favoritos? Bandai Namco parece haber escuchado esas plegarias con Digimon Story: Time Stranger, un título que nos invita a explorar el Digi Mundo mientras nos sumerge en una historia de intriga, viajes temporales y, por supuesto, coleccionismo de Digimon. Desde los primeros anuncios quedó claro que no se trataba de un proyecto menor. El desarrollo estuvo a cargo de Media.Vision, responsables de sagas como Wild Arms y Chaos Rings, con experiencia previa en títulos de Digimon. La historia nos pone en los zapatos de Kanan o Dan, dos gemelos integrantes de la agencia secreta ADAMAS, encargada de mantener la seguridad mundial y de investigar anomalías que conectan nuestro mundo con el de los Digimon. Todo comienza en Shibuya, Tokio, donde una extraña anomalía pone en peligro la ciudad y, potencialmente, el destino de ambos mundos.

La narrativa nos lleva a lugares como Iliad, la isla de los Digimon, y a distintas líneas temporales, mezclando realidad, misterio y mundos desconocidos. Personajes como Inori, con un vínculo profundo con las anomalías, Aegiomon, un Digimon de aspecto humanoide con cuernos, y Minervamon, uno de los doce Digimon Divinos, aportan matices interesantes. Aunque la historia logra enganchar, no está exenta de clichés y giros previsibles; aun así, sigue siendo entretenida y cumple su función de sostener el juego. El juego combina exploración y combates estratégicos. Podremos recorrer distintas áreas del mundo humano y digital, interactuar con personajes, visitar tiendas y realizar misiones secundarias, además de los enfrentamientos en dungeon. El roster inicial incluye más de 450 Digimon, lo que hará las delicias de coleccionistas y completistas. Cada combate se realiza en turnos, con tres Digimon activos, tres en banca y tres invitados según la historia.




Los ataques dependen de tipo y elemento, creando un sistema complejo de debilidades y resistencias. Además, podremos alternar Digimon durante los combates, usar habilidades especiales mediante la barra de Artes X y gestionar el crecimiento de cada compañero a través de árboles de habilidades vinculados a su personalidad, que se puede moldear con interacciones durante la exploración. El proceso de captura y evolución también es estratégico: cuanto más datos reunamos sobre un Digimon enemigo, más fuerte será la versión que podamos crear. Las digievoluciones ofrecen caminos múltiples, permitiéndonos experimentar y fortalecer nuestro equipo. Incluso contamos con una granja virtual, donde dejar a nuestros Digimon para entrenar y recolectar recursos mientras completamos misiones.
El combate es sólido y alcanza su máximo potencial en los niveles de dificultad más altos, mientras que los niveles fáciles resultan demasiado permisivos. Entre las actividades secundarias se incluye un juego de cartas coleccionables, aunque su componente estratégico es limitado debido a factores de azar. Por otro lado, los dungeon tienden a repetirse, lo que resta variedad a la exploración. Técnicamente, el juego luce bien en los Digimon, pero el resto del mundo personajes secundarios, pasantes y escenarios se siente descuidado. Los problemas de frame rate, sombras deficientes y detalles gráficos pobres restan un poco de brillo a la experiencia. La banda sonora cumple, pero pocas melodías permanecen en la memoria, con excepción del tema principal Wherever You Are.