Al comenzar el juego, llegamos a conocer el comienzo de toda la historia. Vemos a Luisa viajando en coche hasta el hotel donde tenemos que hacer el check-in. Una amable recepcionista nos informa que la habitación estará lista en 30 minutos, pero mientras tanto nos espera Claus, el hombre responsable de organizar varios viajes locos. Vamos a su encuentro, descubriendo la mecánica básica del control del personaje en el camino. Se mueve bastante adormecido, pero lucha con bastante eficacia, pero llegaremos a este elemento en un momento.
Las dos primeras horas son una especie de tutorial, durante el cual visitamos nuestras primeras mazmorras y aprendemos todas las mecánicas importantes. También provocamos un terremoto completamente accidental, que afecta el funcionamiento posterior de la ciudad. Resulta que las mazmorras de este juego son la base de la diversión. Se han inventado un total de 25 de ellos, y nuestro objetivo es, por supuesto, completarlos todos. Justo antes de la salida hay una estación de recogida de sellos. Tenemos un cuaderno con nosotros en el que tenemos que pegar dicho sello como confirmación de haber completado la mazmorra. Solo así contará frente a un grupo de amigos. La idea es interesante y encaja con la atmósfera de la historia. Me quedaré con las mazmorras durante más tiempo, porque como su nombre indica, el juego se basa en mazmorras. Bueno, sus proyectos son geniales. La creatividad de los creadores a menudo me dejaba atónito cuando viajaba por las siguientes localizaciones, descubriendo en su interior lo variados que eran los puzles que resolver y las trampas que saltar.
Aquí es donde aparece una idea muy chula para la mecánica del juego: algunas de ellas se basan principalmente en la combinación y los llamados rompecabezas. En otras palabras, tenemos que pensar en cómo reorganizar, cambiar, voltear, cortar o tal vez usar magia y conjurar un poderoso bloque de gel que sostendrá la puerta que cae. Por supuesto, tendremos que luchar un poco en el camino, pero afortunadamente esto no es una regla. En otra ocasión, jugaremos a reparar las vías dañadas para el ferrocarril subterráneo. O la cámara cambiará a una vista isométrica, y correremos por el mapa usando zapatos de gravedad y moveremos los bloques de piedra (sobre los que nos encontramos) de tal manera que desbloqueen el pasaje. Otro motivo es evitar los láseres mortales, navegar en kayak, hacer snowboard o atravesar mundos abstractos en una cuneta, deslizándose como si estuviera en una tabla. Oh, hay mucho de eso. Dungeon of Hinterberg se deleita en este sentido y admito que no he visto tantas ideas excelentes en mucho tiempo. Aquí se siente una clara inspiración de Zelda, porque el mundo no está cerrado. Podemos correr libremente por ella, y nadie nos impone qué camino debemos tomar.
Sin embargo, esto está dictado por las condiciones climáticas bastante naturales y el ciclo diurno y nocturno. Luisa realiza todas las tareas a una hora concreta, por lo que tenemos que prestar atención a qué hora del día es. Si agotamos a nuestra heroína, sus habilidades de combate, concentración o nivel de vida disminuirán. Por otro lado, si queremos completar las mazmorras, pero no usamos varias opciones sociales, entonces no desarrollaremos nuestro personaje. Y los desarrolladores utilizaron una serie de soluciones sacadas directamente de un juego de rol de pura sangre. Nuestra heroína tiene una serie de estadísticas y habilidades que podemos desarrollar. Lo haremos socializando con amigos. Ampliaremos nuestras posibilidades visitando la sauna, nadando en la piscina o charlando con amigos tomando una cerveza o un café. Además, recogeremos nuevo equipo por el camino, reemplazaremos armas, ropa y aprenderemos nuevos hechizos, dependiendo de la región en la que nos encontremos. Con muchos NPC que conocemos, desarrollamos un nivel de reputación: cuanto más alto sea, mayores serán las ganancias que obtendremos de este conocimiento.
Los hechizos se obtienen de fuentes de poder, pero se asignan a la ubicación e incluso a la temporada. Pasamos por el verano (al principio), luego nos quedamos para el otoño, el invierno y la primavera. A Luisa le gustaba mucho el dungeon crawling y decidió alargar sus vacaciones al límite. Hablamos con todos los NPC en forma de bocadillos cómicos, pero también podemos elegir un diálogo específico y aprender un poco más sobre una situación. Desafortunadamente, esto no afecta el curso de la conversación en sí. A menudo y densamente aceptamos tareas que resultan ser increíblemente … Aburrido. Al menos los que pude encontrar eran en su mayoría “ven, clic, vuelve” o recolectando 100, 200 o 300 fragmentos de monstruos. Semejante aburrimiento sacado directamente de un débil MMO. También tengo muchas reservas sobre la ubicación. Si bien los gráficos en sí son muy distintivos y puedes amarlos u odiarlos, los mundos podrían ganar algunos detalles. A veces corremos por zonas vacías que parecen no tener fin. Dungeons of Hinterberg es monótono y, a veces, incluso irritante, pero lo compensa rápidamente con una idea totalmente loca. Varios oponentes se interponen en nuestro camino. Sus habilidades también no tienen precedentes.
Los Kóbolds ordinarios no nos harán nada, porque Luisa empuña una espada en su mano y puede dar golpes rápidos o fuertes con ella, así como saltar hacia atrás si es necesario. Cuando se trata de una pelea, un círculo mágico de energía oscura aparece a nuestro alrededor, lo que limita significativamente nuestro margen de maniobra. Hasta que no derrotemos a los enemigos, no podremos abandonarlo, lo que hace que los enfrentamientos sean más dinámicos, pero también que sea imposible evitarlos. El sistema de combate podría ser un poco más atractivo para el jugador, porque es bastante simple. Se utilizaron combinaciones banales de puñetazos y esquivas, pero están lejos de Souls. Es cierto que, después de un tiempo, Luisa puede hacer aún más, y se mueve con gracia como YoRHa de Nier: Automata, pero esto no es suficiente a largo plazo. Y lo que es peor, hay enemigos con los que luchamos durante varios largos minutos, porque su barra de vida no quiere disminuir. También tenemos que estar atentos a las trampas colocadas en el suelo o a los misiles que vuelan hacia nosotros. A veces tendrás que bloquear a algunos de ellos con habilidades especiales. Aquí es donde entra en juego la magia. Es esto lo que hace que muchas escaramuzas sean aún más intensas.
La magia se usa no solo para el combate, sino también para resolver acertijos. Por ejemplo, al principio aprendemos a hacer una bola grande y explosiva o un garrote con púas en una cadena. El primero de ellos puede ser empujado hacia el ascensor en algún momento. Con el palo, en cambio, agarraremos el interruptor situado en algún lugar más alto, lo engancharemos y tiraremos de él hacia nosotros, levantando la plataforma. Luego detonamos balas, rompemos el muro de piedra hasta convertirlo en polvo y allanamos el camino para una mayor exploración. Hay una gran cantidad de mecánicas de este tipo aquí y enfatizo una vez más: en este sentido, el Dungeon of Hinterberg revisado sorprende constantemente. Los creadores tenían un montón de ideas. Y alguien más traía más cubos de la habitación de al lado.
Nuestra heroína puede desarrollar su barra de vida, construir un verdadero círculo de amigos y visitar varios lugares, desde la tundra helada hasta los pantanos inmersivos. También hay mazmorras ambientadas en el espacio e incluso inspiradas en planetas al estilo de Super Mario Galaxy. Algunas de las animaciones, la construcción del menú o la selección de habilidades (que se pueden asignar en la interfaz) hacen referencia al estilo de Zelda, y el juego en sí tiene una atmósfera de ex novias de Nintendo. Es por eso que enfatizé al principio que si saliera en Switch, no me sorprendería en absoluto. Le queda como un guante. La heroína escribe su diario de aventuras en general y puede subir fotos tomadas en el camino. Algunos momentos me encantaron en términos de escala y épica. Están pasando muchas cosas en este juego, así que si queremos descansar, podemos ir al cine a ver una película y así regenerarnos un poco.