Siempre me ha gustado la vibra de Megaman, pero con el tiempo perdí interés en jugarlo por diversas razones. Elsie, ya sea de forma intencionada o no, me recordó esos momentos en que disfrutaba de la franquicia, pero añadiendo sistemas modernos que elevan la jugabilidad. Con un ritmo ágil, diversas mejoras para desbloquear y un arte que mezcla lo retro con toques contemporáneos, Elsie se convierte en un roguelite muy divertido que me mantuvo pegado al control desde el principio. La historia de Elsie gira en torno a los guardianes: androides creados para prevenir catástrofes. Aunque su función era proteger, de un día para otro abandonaron su misión y desaparecieron. Para encontrar una solución, su creador decidió crear un último androide: Elsie, la última esperanza para descubrir qué sucedió con los guardianes y qué eventos desencadenaron su desaparición.

Me gustó cómo Elsie presenta su historia, con pequeñas escenas y diálogos que se desbloquean a medida que avanzamos y derrotamos a ciertos jefes. Me pareció que estaba muy bien equilibrada: ni abrumadora ni demasiado corta. En cuanto a la jugabilidad, Elsie ofrece una experiencia roguelite bastante estándar, pero efectiva. Comenzamos con un arma de largo alcance y algunos movimientos clásicos como el dash, pero destaca especialmente la mecánica de parry. Esta mecánica consiste en bloquear ataques en el momento justo, no solo para anular el daño, sino también para romper el escudo de ciertos enemigos; la única forma de derrotarlos. Es importante mencionar que varios movimientos, hechizos e incluso disparar consumen energía, por lo que hay que gestionar bien los ataques. Muchas veces me dejé llevar disparando sin recordar reservar energía para el dash… no fue una experiencia agradable.

Además, hay varios sistemas que desbloquearemos a medida que avancemos, en su mayoría relacionados con NPCs que podemos encontrar y rescatar. Una vez que tenemos a estos NPCs en la ciudad, podemos desbloquear sus respectivas funciones construyendo sus lugares correspondientes. Por ejemplo, hay uno que nos ofrece mejores armas y partes, y otro que nos concede nuevos hechizos. Las armas tienen diferentes tipos de disparo (como escopetas, semiautomáticas, etc.), balas elementales que varían en alcance e incluso en cadencia de tiro. A medida que habilitamos nuevas mejoras, podemos aumentar su efectividad. Algunas son mejoras pasivas, como hacer que las balas reboten, atraviesen paredes o incluso darnos un doble salto tras un parry. En general, hay muchos objetos y mejoras que añaden una buena variedad al juego. También hay que tener en cuenta cómo interactuamos con estos sistemas. Tendremos que explorar y encontrar planos o pergaminos para cada mejora o hechizo, además de recolectar dos tipos de moneda con las que comprarlos.

También contaremos con salas de desafío, jefes alternativos en algunas áreas y muchas combinaciones de objetos y partes para experimentar. Quisiera mencionar un par de cosas. Por ejemplo, al desbloquear contenido con los NPCs, el juego podría haber incluido un botón que te lleve al primer objeto desbloqueable disponible. Con tantas mejoras, resulta tedioso tener que navegar por todos los elementos ya desbloqueados en los menús para encontrar algo que desbloquear. Por otro lado, morir y empezar de nuevo siempre es doloroso en un roguelite, aunque los desarrolladores suelen buscar formas de mitigar esto con sistemas que persisten de una partida a otra. En este caso, podemos comenzar con lo que desbloqueamos de inmediato o con un arma o hechizo después de habilitar los sistemas correspondientes. Aun así, comenzar de nuevo fue bastante difícil para mí, y no lo disfruté tanto como en otros títulos, sintiendo que también resultaba algo repetitivo en sesiones de juego más largas. A pesar de todo, fue una experiencia agradable en general.
En el aspecto gráfico y musical, Elsie demuestra una mezcla de pixel art y efectos digitales muy atractivos, creando una estética retro con toques modernizados. Los sprites de los enemigos y personajes son bastante bien logrados, mientras que la banda sonora se adapta perfectamente a la estética, acompañando la jugabilidad frenética con melodías animadas. Como guinda del pastel, el juego cuenta con algo de actuación de voz para cada uno de sus personajes, lo que siempre me alegra.