Si hace doce años jugaste el icónico Assassin’s Creed IV: Black Flag, probablemente ya te sientas un poco mayor, pero seguro recuerdas lo divertido que era maniobrar entre los barcos enemigos en alta mar y dispararles con los cañones de tu nave. El año pasado, Skull and Bones no logró aprovechar este potencial de manera adecuada, y ahora la serie japonesa Yakuza llega para ofrecer batallas navales, además de duelos de espada y combate cuerpo a cuerpo en las cubiertas de los barcos. Sin embargo, la trama se ve algo afectada por estos elementos, aunque los fanáticos de la serie no deberían perdérsela.

El protagonista de esta entrega es el excéntrico exmafioso Gorō Majima, también conocido como “Perro rabioso”, quien se despierta en una playa tropical cerca de Hawái y descubre que ha perdido la memoria. A pesar de que la historia se desarrolla en la actualidad, meses después de los eventos de Infinite Wealth, pronto aparecen piratas con trajes completos y un antiguo barco armado con cañones. Los eventos se aceleran, y Gorō se convierte en capitán del barco, reclutando a su tripulación para conquistar las aguas locales mientras busca recuperar su memoria perdida.

Al igual que en otras entregas de Yakuza, este juego contiene ideas extravagantes y misiones inusuales. Sin embargo, en este caso, la “minihistoria” principal, centrada en las batallas navales, juega un papel dominante tanto en la jugabilidad como en la narrativa, dejando en segundo plano el drama de los gánsteres contemporáneos. El tono general del juego es bastante desmesurado, lo que va de la mano con la personalidad del protagonista, aunque no faltan momentos serios y emocionales. Estos, sin embargo, son menos frecuentes de lo que algunos fanáticos podrían haber esperado.

Uno de los aspectos que resta seriedad al juego es la presencia de un niño molesto, que los piratas llevan consigo durante toda la aventura. Su constante aparición resta intensidad a varios de los conflictos, lo que no encaja del todo bien con la acción de la historia. A pesar de ello, la inclusión de los piratas y sus barcos en el mundo moderno se explica de forma coherente. A lo largo de la trama, disfrutarás de secuencias narrativas con animaciones faciales de gran calidad, que dan vida y profundidad a los personajes. Además, aparecerán personajes populares, no solo como skins de DLC, sino también dentro de la historia principal.

Aunque los desarrolladores lograron implementar la mecánica que los jugadores de Skull and Bones más deseaban (la transición entre batallas navales y combate cuerpo a cuerpo en las cubiertas), el juego presenta algunos compromisos en otros aspectos. Por ejemplo, solo dispondrás de un barco a lo largo de toda la aventura. Aunque podrás mejorarlo en cuanto a resistencia, armamento y apariencia, no resulta tan emocionante como adquirir nuevos barcos más poderosos. Además, la navegación se simplifica demasiado: el mundo del juego está dividido en pequeñas zonas con algunas islas, y tendrás que navegar por rutas predefinidas, lo que da una sensación de juego más arcade. Las batallas navales se vuelven algo repetitivas, y faltan barcos “jefes” con mecánicas únicas. También puede resultar frustrante que el acceso completo a tu barco y todas sus funciones esté bloqueado tras un prólogo de unas siete horas.
Por otro lado, el sistema de combate ha mejorado: puedes alternar entre dos estilos de lucha. El estilo tradicional es más efectivo contra un solo enemigo fuerte, mientras que el nuevo estilo de esgrima con dos sables es ideal para enfrentarte a grandes grupos de enemigos débiles. A medida que avanzas en el juego, desbloqueas nuevos movimientos y combos. No obstante, no encontré una forma de saltar las animaciones de ataques especiales, lo que puede resultar molesto si las ves repetidamente. Afortunadamente, puedes ajustar la dificultad del juego, lo que te permite centrarte solo en la historia o enfrentar un reto de acción más desafiante. El juego también reutiliza tecnología y locaciones (como la ciudad de Honolulu) de su entrega anterior, lo que asegura que se vea y funcione tan bien como sus predecesores.