Lurch es un juego de horror multijugador para hasta cuatro jugadores, conocido por su atmósfera oscura y su inquietante entorno. Decidí jugarlo en solitario y, aunque algunos aspectos me impresionaron, el conjunto me dejó decepcionado. Los gráficos de Lurch son realmente notables. Los escenarios están bien detallados y crean una atmósfera opresiva, perfecta para un juego de terror. Además, la ambientación sonora contribuye significativamente a la tensión, con ruidos inquietantes y efectos bien colocados que mantienen la atención. En términos visuales y sonoros, el juego está muy bien logrado.
Lamentablemente, aquí es donde el placer se desvanece para mí. La atmósfera, que al principio parecía prometedora, se ve perjudicada por una sobreabundancia de sustos repentinos. Aunque estos momentos son un recurso clásico del género de terror, en Lurch se utilizan con tanta frecuencia que pierden su impacto y se vuelven frustrantes. Además, el juego es en general demasiado oscuro. Incluso con la linterna, que no siempre funciona bien, resulta complicado orientarse en los escenarios. La constante búsqueda en la oscuridad no añade emoción, sino que convierte la experiencia en algo agotador.