Desarrollado por el equipo detrás de la famosa serie oficial de MotoGP, llega Monster Energy Supercross 25, el videojuego con licencia oficial del Campeonato Americano de Supercross. Es importante aclarar que este deporte, aunque similar al MXGP, tiene características y dinámicas propias que lo hacen único, por lo que no conviene confundirlos. Con una larga serie de títulos anteriores, Supercross 25 llega con la misión de ofrecer una experiencia aún más inmersiva y realista. Milestone ha trabajado en afinar la física del juego, introduciendo innovaciones inspiradas en sus otras franquicias. Sin embargo, ¿realmente son estas novedades lo suficientemente relevantes para hacer de este título una evolución significativa?

El equipo de Milestone, conocido por su atención al detalle, promete una experiencia más realista y desafiante, sin perder de vista los aspectos técnicos y artísticos. El gran enfoque de Monster Energy Supercross 25 ha sido la retroalimentación de la comunidad, y según diversas entrevistas, los desarrolladores han escuchado atentamente las sugerencias de los jugadores para mejorar los aspectos más criticados de entregas pasadas. Desde la física de los saltos hasta las texturas más detalladas, todo ha sido revisado y actualizado, llevando el realismo del juego a otro nivel. Sin embargo, ese realismo también se traduce en un mayor nivel de dificultad, lo que hace que este juego no sea perdonador, especialmente para los novatos. En Supercross 25, la curva de aprendizaje es empinada. Las primeras horas pueden ser frustrantes, ya que los circuitos irregulares y los saltos complejos pondrán a prueba incluso a los jugadores más experimentados.

A medida que se progresa, la sensación de control mejora, y se pueden registrar tiempos impresionantes, pero esto solo se logra tras horas de práctica. Es un juego que recompensa la paciencia y la constancia. Si eres fanático del Supercross, probablemente disfrutarás mucho de este título. El juego se enfoca en un público especializado, aquellos que buscan una simulación realista y desafiante. Aunque el tutorial para nuevos jugadores es básico y no profundiza en detalles, la verdadera experiencia se adquiere con la práctica, carrera tras carrera. A nivel jugable, Supercross 25 se distingue por su dificultad y su enfoque en el control preciso de la moto. No se trata solo de correr rápido; la clave está en elegir bien la trayectoria, gestionar la frenada y tomar las curvas de manera óptima. La velocidad se convierte en un factor secundario frente a la precisión en el manejo, lo que hace que cada vuelta sea una prueba de destreza. Por otro lado, la inteligencia artificial de los oponentes sigue siendo un punto débil. Los rivales en la pista no ofrecen mucha variedad en su comportamiento y tienden a seguir un patrón predecible, sin intentar adelantar o generar situaciones de mayor tensión en las carreras. Esto puede restar algo de dinamismo a las competiciones.

El juego ofrece varias modalidades, desde eventos rápidos en los que puedes elegir circuito y piloto, hasta la modalidad de carrera a tiempo, donde competirás para batir récords. También está presente la Carrera, que te permite seguir la trayectoria de un piloto en ascenso, buscando contratos con los mejores equipos del campeonato. Además, se mantiene la modalidad Rhythm Attack, donde la competición se reduce a un único oponente en un escenario lleno de saltos y obstáculos. Las arenas disponibles son alrededor de 20, y todas están basadas en los circuitos oficiales de la temporada actual. También se añaden escenarios especiales en modalidades como Rhythm Attack, donde se pueden vivir momentos espectaculares, como el lanzamiento de un cohete espacial mientras saltas por rampas a gran velocidad. Un punto destacado es el editor online, que permite a los jugadores crear y compartir circuitos personalizados. Este elemento agrega una dimensión extra al juego, con nuevas ubicaciones y desafíos impredecibles creados por la comunidad.
En cuanto al apartado técnico, Supercross 25 ofrece una representación visual convincente de las motos y circuitos, aunque los modelos de los pilotos y sus rostros lucen algo anticuados. Esto no afecta gravemente la jugabilidad, pero sí impacta la inmersión y la calidad artística general. Las texturas, sin embargo, están más detalladas que en ediciones anteriores, lo que mejora la estética durante las carreras. En cuanto al sonido, el título cumple con lo esperado, aunque se echa de menos una narración en vivo de las carreras o interacciones con los mecánicos. La banda sonora, compuesta principalmente por rock, se ajusta perfectamente a la energía intensa de las competiciones.