Shinobi: Art of Vengeance llegó el 29 de agosto de 2025 para PlayStation 5, Xbox, PC y Nintendo Switch, desarrollado por Lizardcube los mismos responsables de Streets of Rage 4 y publicado por SEGA. Si eres fan de la saga, sabes que se trata de un action 2D clásico, con desplazamiento lateral. Tras el regreso de Ninja Gaiden Ragebound y el remake de Metal Gear Solid Delta, muchos lanzamientos recientes parecen mirar al pasado, apostando por la nostalgia. Sin embargo, Shinobi logra renovar la fórmula de hace más de 20 años y demostrar que los clásicos todavía pueden sorprender. Esta vez, Joe Musashi debe enfrentarse a Lord Ruse, líder de la corporación ENE, que ha destruido su dojo y casi exterminado su clan.

La misión es clara: vengar a su gente y demostrar que mientras quede un Oboro vivo, la corporación nunca estará a salvo. Una excusa argumental que, más allá de justificar la historia, sirve para sumergir al jugador en un combate constante y estratégico. El gameplay de Shinobi: Art of Vengeance es accesible pero profundo. Joe avanza en silencio por escenarios llenos de enemigos, combinando ataques ligeros y pesados, lanzando kunai y realizando combos dinámicos. Los kunai, limitados a cinco, se pueden recuperar de enemigos derrotados o recolectar durante la exploración. Para la defensa, el roll ofrece momentos de invencibilidad y permite reposicionarse estratégicamente detrás del enemigo.

Cada ataque contribuye a llenar la barra de ejecuciones. Una vez llena, Joe puede realizar una ejecución Shinobi, una maniobra poderosa que requiere elegir la postura correcta y presionar la combinación de botones correspondiente. El uso estratégico de estas ejecuciones recompensa al jugador con más recompensas según el número de enemigos eliminados. Joe también dispone de habilidades Ninpo y Ninjutsu. Los Ninpo se activan con la postura adecuada y consumen células Ninpo, obtenibles explorando o atacando enemigos. Los Ninjutsu son más destructivos y afectan a todos los enemigos en pantalla, y su barra de energía se llena al recibir daño o al recolectar esferas de rabia. Además, algunas habilidades son pasivas, como los kunai perforantes, que permiten traspasar enemigos a cambio de un mayor coste.

La exploración es clave. La posibilidad de consultar la mapa en cualquier momento permite encontrar secretos, enfrentar escuadrones de élite, descubrir portales Ankou o coleccionar reliquias del clan Oboro para mejorar habilidades en la tienda Yokai. Esto aumenta la rejugabilidad, ya que completar todos los niveles al 100% requiere paciencia y estrategia. El combate sigue la esencia clásica del action 2D: aprender patrones de enemigos, encadenar combos y esquivar con saltos, rolls o agachándose. Las animaciones, la sincronización de los ataques y los efectos sonoros crean una experiencia satisfactoria y fluida. Las primeras jefaturas pueden parecer sencillas, pero la dificultad crece conforme avanzas, especialmente si eliges el nivel más desafiante. Derrotar a los subordinados de Lord Ruse también ofrece mejoras permanentes, como incremento de vida máxima.
Artísticamente, el juego brilla con un estilo japonés claramente definido, que combina colores vibrantes, animaciones que parecen hechas a mano y efectos visuales al estilo de pinceladas tradicionales. Los Ninjutsu se presentan con detalles cuidadosos, mostrando siluetas y llamas que transmiten poder y dinamismo. Las animaciones y los combates fluyen como un anime 2D, creando un espectáculo constante. La banda sonora mezcla elementos tradicionales japoneses con matices modernos, acompañando tanto la exploración como las intensas batallas contra jefes, mientras que los efectos de sonido se centran en reforzar la contundencia de los ataques.