Tormented Souls 2 llega como la continuación de un survival horror que ya había dejado huella en los fans del estilo retro. La saga de Dual Effects busca acercarse al legado de clásicos como Resident Evil, ofreciendo una experiencia que respeta la tradición del género mientras introduce mejoras visuales y de exploración. En esta entrega, volvemos a acompañar a Caroline Walker, quien, apenas recuperada de los horrores vividos en la clínica Wilderberger, se ve obligada a enfrentarse a nuevos peligros en el aislado pueblo de Villa Hess, en las montañas del sur de Chile. Su hermana Anna sufre visiones perturbadoras y dibujos que presagian muerte y violencia, y Caroline confía en que un convento de Villa Hess pueda traer alivio, aunque rápidamente descubre que la amenaza que acecha allí es mucho más tangible y peligrosa de lo que parecía.
A nivel visual, Tormented Souls 2 da un salto significativo gracias al uso de la Unreal Engine 5. La ambientación se amplía respecto al primer título, pasando de la claustrofobia de una clínica a un pueblo completo, con un convento inicial que da paso a un centro comercial abandonado, cementerios y otros escenarios que mantienen la experiencia fresca y variada. La atención al detalle es notable, desde la animación de labios en los diálogos hasta la riqueza de los escenarios, aunque algunos modelos faciales aún muestran inconsistencias. Esta expansión de los escenarios contribuye a una sensación de exploración más abierta y a la posibilidad de que cada rincón esconda secretos, puzzles y desafíos adicionales que enriquecen la jugabilidad.
Sin embargo, el apartado de combate sigue siendo la piedra de tropiezo más evidente. Caroline dispone de un arsenal variado, desde pistolas de clavos hasta martillos y palancas, que se amplía a medida que avanza la partida. Pero la experiencia se ve afectada por controles rígidos, cámaras poco intuitivas y una inteligencia artificial que oscila entre lo torpe y lo inexistente. Los enemigos suelen comportarse de manera repetitiva, obligando a adivinar si tus ataques surten efecto hasta ver la animación de muerte. La ausencia de mecánicas de esquiva y la dureza exagerada de los enemigos hace que muchas confrontaciones se conviertan en un ejercicio de paciencia y frustración más que en un enfrentamiento estratégico.
Esto se acentúa durante los combates contra jefes, donde los espacios cerrados y las cámaras desorientadoras obligan a movimientos constantes que tensionan aún más al jugador. Pese a estos problemas, Tormented Souls 2 brilla en otros aspectos. Los puzzles son ingeniosos y se integran bien en los escenarios, ofreciendo variedad y desafío sin llegar a ser injustos. La narrativa, aunque previsible en ciertos puntos, logra mantener el suspenso y la tensión característica del survival horror clásico, con una sensación de vulnerabilidad que recuerda a los títulos de los años noventa. La combinación de exploración, acertijos y momentos de terror logra capturar la esencia del género y ofrecer una experiencia convincente a los amantes del estilo retro.
En conclusión, Tormented Souls 2 es un juego que supera a su predecesor en prácticamente todos los aspectos: mayor escala de escenarios, gráficos mejorados, puzzles más variados y una historia que mantiene al jugador interesado. Sin embargo, la frustrante mecánica de combate limita su grandeza y empaña la experiencia en momentos clave. Aunque no alcanza la perfección ni iguala la influencia de Resident Evil, consigue acercarse lo suficiente para evocar la nostalgia y la tensión de los clásicos, dejando claro que Dual Effects conoce y respeta el corazón del survival horror retro. Es un título con potencial y carácter, capaz de mantenerte al borde del asiento a pesar de sus inevitables frustraciones.