Han pasado siete años desde que Two Point Hospital revitalizó el género de los juegos de gestión temática con su estilo desenfadado y accesibilidad, inspirado en el popular y querido Theme Hospital de Bullfrog. Su éxito condujo a la adquisición de Two Point Studios por parte de SEGA y a la creación de una franquicia. Tras gestionar hospitales y campus universitarios, surgió una pregunta natural: ¿cuál sería el próximo desafío? La respuesta, Two Point Museum, sorprendió a muchos, incluyéndome a mí. Debo admitir que al principio fui escéptico. La idea de gestionar museos no me emocionaba demasiado. Amo visitar museos, pero ¿administrarlos? No era una prioridad en mi lista de deseos de videojuegos. Aun así, la curiosidad ganó, y después de más de diez horas de juego, estoy listo para compartir mi experiencia.

Two Point Museum no es simplemente una continuación de Two Point Hospital o Two Point Campus. Aunque las bases del juego siguen siendo las mismas —construir, gestionar, satisfacer a los visitantes y, por supuesto, ganar dinero—, este nuevo título introduce una serie de novedades que enriquecen y diversifican la experiencia. Lo más destacable es la variedad de museos disponibles. El modo carrera no se limita a una sola temática, sino que ofrece cinco museos distintos: el Museo de la Prehistoria, con dinosaurios y fósiles; el Museo Acuático, un acuario con tanques y criaturas marinas; el Museo de lo Paranormal, dedicado a fantasmas y fenómenos inexplicables; el Museo Botánico, un oasis verde con plantas exóticas; y, finalmente, el Museo del Espacio, donde los jugadores exploran planetas, estrellas y cohetes espaciales. Esta diversidad es un punto fuerte, ya que cada museo presenta mecánicas, desafíos y colecciones únicas, lo que estimula la experimentación y la adaptación de estrategias de gestión.

El corazón de Two Point Museum es el sistema de expediciones, una de sus mayores novedades. Ya no basta con comprar objetos de un catálogo; para enriquecer las colecciones, es necesario organizar expediciones por el mundo. Cada museo tiene un mapa con diversas áreas a explorar. Los jugadores pueden enviar a sus empleados —no solo a curadores, sino también a personal de limpieza y seguridad— en misiones, seleccionando el equipamiento adecuado y enfrentando eventos aleatorios. Las expediciones no son una formalidad: tienen costos, requieren tiempo y conllevan riesgos, como perder personal. Sin embargo, ofrecen la oportunidad de mejorar las habilidades de los empleados y obtener reliquias valiosas. Al regresar al museo, los objetos pueden ser exhibidos, estudiados para obtener bonificaciones o vendidos si se necesita dinero.

La gestión de los museos va más allá de coleccionar reliquias. Two Point Museum ofrece una profundidad considerable en la administración, lo que requiere controlar múltiples aspectos. La construcción es crucial: se deben crear recorridos eficientes para los visitantes, colocar estratégicamente servicios como baños, tiendas y restaurantes, gestionar las zonas de temperatura e incluso prever caminos separados para el personal. La gestión del personal es igualmente importante: es necesario contratar, formar y administrar a los empleados, equilibrando sus habilidades, sueldos y moral. También hay que tener en cuenta las necesidades de los visitantes: crear rutas interesantes, ajustar los precios de las entradas y recuerdos, e incluso habilitar zonas para niños.

La investigación permite desbloquear nuevos objetos, tecnologías y habilidades para mejorar el museo y atraer a un público más amplio. La gestión financiera es clave: se debe vigilar el presupuesto, solicitar préstamos si es necesario e invertir sabiamente para garantizar el crecimiento del museo. Todo esto se presenta a través de una interfaz intuitiva y bien organizada, adecuada incluso para jugadores novatos en el género. Me ha gustado especialmente el nuevo sistema de progresión, que se diferencia de los títulos anteriores. En lugar de intentar obtener las tres estrellas de cada museo de inmediato, se nos guía a desbloquear un museo a la vez, alcanzando primero una estrella. Solo entonces es posible regresar a los museos anteriores para conseguir las estrellas restantes, lo que incentiva la rejugabilidad. Este enfoque motiva a volver y mejorar los museos ya gestionados, experimentando con nuevas estrategias y diseños.
Además, la curva de aprendizaje es más gradual, introduciendo nuevas mecánicas de manera progresiva para no sobrecargar al jugador. Otra diferencia es que no se pueden comprar terrenos adicionales desde el principio; se deben desbloquear a medida que se avanza en la historia, lo que añade un nivel extra de desafío en la gestión del espacio. Desde un punto de vista técnico, Two Point Museum no es muy exigente. Su estilo gráfico caricaturesco y colorido es agradable y compatible con casi cualquier PC. Sin embargo, pueden producirse caídas en la tasa de fotogramas cuando el museo crece y el número de visitantes supera las 100-200 personas. A pesar de esto, la experiencia en consola sigue siendo positiva gracias a una interfaz bien adaptada y controles intuitivos.